martes, 9 de agosto de 2022

DÍA 8, MIÈRCOLES


Mala noche: mucho calor. La tormenta me obligó a tener todo cerrado.

Al despertar, ya demasiado calor para trabajar en el jardín.

Compruebo cisternas. Van bien.

Reordeno y limpio algunas dependencias: aparecen viejas reliquias: un tocadiscos, que no funciona, varias cafeteras y viejos trofeos.



Pruebo a ver si funciona la lavadora: tras varios intentos, dos horas de pruebas, al final sí. Pero necesita por lo menos tres horas. No sé si me va a servir. Todo apunta a que sea candidata a

Veo programación cultural de Segovia: hay cosas interesantes. O encuentro socios o tendré que ir solo. Ley de eremita.

Reinicio contactos que, esta vez, no parecen muy fructíferos. Con algunas personas, reencontrarse después de treinta años no ha supuesto ningún problema, al contrario, ha sido interesante e ilusionante. Con otras, ha sido una losa demasiado pesada. Qué le vamos a hacer. 

Vuelvo a la biblioteca y me hago socio. El ordenador, por segunda vez, a punto de petar: tiemblo por mis huesitos. Al final, subo fotos, actualizo algunas informaciones y ¡Por fin, publico una entrada! 

Esto del blog se está convirtiendo en algo muy complicado. Veremos cómo acaba.

Salgo a tomar unas cervezas. El pueblo parece otro: las terrazas están medio vacías. Y es que es un día laboral. Pero los viejos amigos no fallan y al final me dan las tantas.


 

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