Efectivamente, el del cedro no se presenta. A media mañana, le llamo. No ha podido ser, está en otro sitio, se disculpa y me dice que envía un par de empleados a final del día a ver qué se puede hacer. Y así, fue. La cosa se presenta complicada: se necesita una grúa, pero no se puede meter en el jardín; habrá que hacerlo desde otra propiedad. Parece factible, pero quedan en confirmármelo.
La mañana se pasa, como los últimos días, entre ramas. Compra a última hora: ¡Oh my God, hay que reponer cervezas.
Lo emocionante del día viene por la tarde, pues asisto a un concierto música clásica en la pradera de San Marcos, con el Alcázar de fondo. Programa Vivaldi 2.0. Organiza MUSEG. ¡Flipante! (Prometo subir vídeo cuando lo haya comprimido)
Remato la jornada con unas cañas con Ahmed y Fuencisla. Entrañables.
¡Segovia, viva Segovia!
Hola campeón, me ha encantado leer tu blog. Me parece precioso lo que estás haciendo y te animo a seguir. Seguro que has pasado por multitud de sensaciones, que no son más que la propia vida. Sigue con el blog, vale la pena. Un abrazo muy fuerte desde Benasque.
ResponderEliminarPor cierto hoy he subido un puerto, a más de 2.000 m. Imagínate como estoy de contento. Feliz.
Muchas gracias. La sensación es de que se trata de un brindis al sol. Pero tengo ánimo de seguir hasta el final. ¡Enhorabuena, por tu triunfo!
ResponderEliminar