Así es como pensaba llamar al nuevo blog. Las próximas entradas estarán vinculadas a este título genérico y se clasificarán con esta etiqueta. ¿De qué va este tema? Vamos por partes.
El término viene asociado al desplazamiento de población urbana al mundo rural. Hay mucha literatura al respecto. En algunos países ha adquirido carácter de movimiento y comenzaría en torno a los ños 60 del siglo pasado (EEUU, por ejemplo), vinculado entonces al movimiento hippy. En España la cosa ha sido más lenta y dispersa, pero es una tendencia remarcable, por lo menos desde los años 70, con experiencias de todo tipo (comunas, comunidades, nietos que regresan al pueblo de los abuelos, etc.). Con el tema de la España vacía, la última crisis y la reciente pandemia, parece que ha resurgido esta tendencia.
En mi caso, me ha surgido la posibilidad de volver a la casa familiar en un pueblo de la provincia de Segovia. No mencionaré el pueblo (por su nombre) ni tampoco las personas con las que me vaya encontrando, que aparecerán con un alias. No es un pueblo pequeño, para lo que es Castilla, ni está abandonado de la mano de Dios. De hecho, dispone de numerosos servicios, como una biblioteca municipal, con wifi, que me permite hacer este blog. Eso sí, se nota el envejecimiento de la población y la amenaza del progresivo despoblamiento, como en el resto de la provincia.
Lo que sí estaba prácticamente abandonada era la casa familiar, que tampoco es una casa tradicional. Aquí es donde entra mi experiencia estival. Antes de decidir venderla, pues a ningún familiar directo le interesa, me he propuesto comprobar si se puede realmente vivir en ella y si vale la pena, pensando sobre todo en una no muy lejana jubilación.
Hay muchas reparaciones por hacer, hay un jardín y un terreno por cuidar y acondicionar. Me atrae el mundo de la horticultura y de la jardinería, pero soy un urbanita. Dispongo de un par de semanas. He perdido casi todas las relaciones en el pueblo y también en Segovia, donde viví hace treinta años. Ya no es únicamente la casa familiar y el pueblo de mis antepasados, hay un entorno social, del cual permanezco aislado. Es un componente de peso para la decisión final.
He hablado con diversas amistades y conocidos sobre este plan. En general, ha creado cierta expectativa y me han animado a contar la experiencia. No sabía muy bien cómo, considerando que son gente muy diversa que no se conoce entre sí. Así que me he propuesto narrarlo en un bloc. ¿Pretensiones literarias? Tal vez. Predomina, sin duda, compartir una experiencia, que a más de uno tienta, sobre todo de mi generación. Si sirve a alguien, ya me va bien. Y si hay interrelación a través de los comentarios, mucho mejor.
Comienza la aventura.
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